Festival de las Ideas en Adelaide
Por Tamara A. Peña Porras
(Desde Adelaide, Australia)
El sábado mientras escuchaba hablar a Zainar Anwar, por un momento me pregunté qué escribiría esta mujer que ha retado las leyes y tradiciones islámicas con el fin de defender los derechos de la mujer en Malasia, en el espacio dedicado a "profesión" en el formulario que se reparte en los aviones al ingreso a cada país. ¿Qué escriben cada uno de los ponentes que asistieron al Festival of Ideas, realizado en Adelaide, Australia? ¿Economista? Sí, había economistas. ¿Abogado? Sí, había abogados. Científico. Sí, también había científicos. Pero me pareció más acertado si todos ellos hubieran escrito: Pensadores. Porque todos ellos lo eran.
Durante casi cuatro días, de julio 9 al 12, pensadores de variadas áreas confluyeron en Adelaide para presentar sus investigaciones, sus experiencias, sus puntos de vista ante una audiencia ávida de… ideas. Y totalmente gratis. No es que sea esto particularmente común en este lado del mundo. En general, estos actos tienen un costo. Y no es barato. Por eso fue tan emocionante tener a solo unos pasos a pensadores de diferentes países hablando de temas importantes en la agenda mundial como migración, cambio climático, el Islam, gobernabilidad. Y de otros que, honestamente, iban ya muy allá de mis capacidades como la visión, percepción y cognición en las abejas. No fui a esta charla, pero sí tuve la oportunidad de escuchar a Mandyam Srinivasan, su ponente, en otra sobre si tenía o no importancia la investigación científica a luz de lo costosa que podía resultar. Y bueno, tres científicos por supuesto dijeron que sí la tenía y que quizá en este momento no era evidente la aplicación de muchos resultados de investigaciones pero que igual, las aplicaciones del láser solo fueron palpables casi 50 años después de su desarrollo y quién puede decir ahora que el láser no es útil? Mal de muchos, consuelo de tontos: fue curioso enterarme de que en Australia como en Colombia es difícil encontrar fondos para la investigación científica.
Fue MUY interesante. Qué más puedo decir. El festival se ha realizado cada dos años desde 1999. Es el resultado de la iniciativa de un grupo de académicos que decidieron reunir a algunas de las mentes más progresistas del mundo anglosajón. Luego, la idea fue recogida, patrocinada y potenciada por el Adelaide Festival Corporation, una entidad que cuenta con apoyo tanto público como privado, y ahora es un evento que solamente en 2007 convocó a 30.000 personas. Los temas abordados giraron principalmente en torno a política, economía, medio ambiente, ciencia y algo de filosofía y religión.
Para la muestra, un botón. La programación del viernes fue:
Australia remota: los límites de la capacidad del gobierno.
Conservatismo, ideología y revolución en la ciencia.
Diversidad en la ciudad: ¿cuáles son nuestros límites?
Construido para fallar: la era de la prosperidad Ponzi.
Sí, Ministro: la operación gubernamental al desnudo.
Orígenes de la vida y la evolución de la inteligencia.
¿Por qué David Hume rehusó llamarse ateo?
Furia en la autopista al cielo: rivalidad fraternal entre los hijos de un solo Dios.
Más allá de los límites: ley ambiental, y el rol del poder judicial y los ciudadanos.
Exotic abortifacients: la política de género en las plantas.
Abierta y cerrada: ¿cómo reconciliar las contradicciones en la psique australiana?
Capitalismo ambiental: ¿Puede funcionar?
La mente: ¿Mente sobre materia?
Codicia.
Mujeres musulmanas en la era pos 9/11
Diez números para que los gobiernos cambien.
Los límites de las ciudades.
Escoja su veneno.
Filosofía en las antípodas
¿A quién le importa? Los límites de la salud.
Todo esto en un solo día. La programación para el sábado y el domingo no fue menos variada.
Las críticas:
Uno: el punto de vista es esencialmente anglosajón. Aunque había invitados internacionales, todos ellos son provenientes de países anglosajones (Inglaterra, Estados Unidos), o que tuvieron influencia anglosajona (India, Malasia).
Dos: suele suceder que los pensadores procuran abarcar tanto en una idea, que se olvidan del hombre de a pie. En una de las últimas charlas del festival, esta sobre el rol del trabajo en una vida con significado, una mujer del público, de unos 45 años de edad, presentó su situación: desempleada, sin familia y sin casa propia. Su intervención fue, a mis ojos, casi una solicitud de ayuda. Se le veía tan sola y tan en necesidad. Los panelistas, un académico, un periodista y una ex senadora, básicamente, elucubraron sobre la idea de que para que una vida fuera significativa no era necesario que estuviera vinculada al trabajo. Que nuestra sociedad tiende a juzgar, evaluar, aceptar a las personas en términos de: ¿Y usted a qué se dedica? ¿Qué hace? ¿En qué trabaja? A lo cual, automáticamente, se contesta: yo SOY tal o tal. Y hasta allí quedó nuestra identidad. Lo que hasta cierto punto comparto. Sin embargo, creo que a una persona desempleada, sinceramente, no le importa si la definen así o asá: simplemente necesita un trabajo.
Tres: había un marcado perfil entre los asistentes. La mayoría (¿60 ó 70%) eran personas de alrededor 45 años o más, muchos de ellos ya pensionados o a punto de pensionarse. Un 20% eran estudiantes universitarios. Y una proporción mucho menor la componía lo que se podría llamar “trabajadores actuales”. Pienso que estas charlas ayudan a formar opinión y, en este sentido, darían excelentes elementos de análisis a quienes están en el campo laboral en este momento para tomar decisiones acertadas. Y había muy pocas de esas personas allí. Había, claro, pero muy muy pocas. Pareciera que se es intelectualmente inquieto durante los años de estudio y luego al final de la vida laboral. Tal vez la demanda diaria de trabajo y familia para este grupo etario no deja tiempo libre o espacio para actividades como esta.
Llegó el fin del evento. Por fortuna y siguiendo lo que he visto es una marcada tradición en esta cultura anglosajona de dejar registro de todo, varias entidades se encargaron de grabar TODAS las charlas y para beneficio del mundo entero muchas de ellas van a estar en Internet. Uno de los lugares es: http://www.radio.adelaide.edu.au/. Otro es la cadena de medios del Estado: Australian Broadcasting Corporation: http://www.abc.net.au/tv/fora/stories/2009/07/10/2622330.htm
(Desde Adelaide, Australia)
El sábado mientras escuchaba hablar a Zainar Anwar, por un momento me pregunté qué escribiría esta mujer que ha retado las leyes y tradiciones islámicas con el fin de defender los derechos de la mujer en Malasia, en el espacio dedicado a "profesión" en el formulario que se reparte en los aviones al ingreso a cada país. ¿Qué escriben cada uno de los ponentes que asistieron al Festival of Ideas, realizado en Adelaide, Australia? ¿Economista? Sí, había economistas. ¿Abogado? Sí, había abogados. Científico. Sí, también había científicos. Pero me pareció más acertado si todos ellos hubieran escrito: Pensadores. Porque todos ellos lo eran.
Durante casi cuatro días, de julio 9 al 12, pensadores de variadas áreas confluyeron en Adelaide para presentar sus investigaciones, sus experiencias, sus puntos de vista ante una audiencia ávida de… ideas. Y totalmente gratis. No es que sea esto particularmente común en este lado del mundo. En general, estos actos tienen un costo. Y no es barato. Por eso fue tan emocionante tener a solo unos pasos a pensadores de diferentes países hablando de temas importantes en la agenda mundial como migración, cambio climático, el Islam, gobernabilidad. Y de otros que, honestamente, iban ya muy allá de mis capacidades como la visión, percepción y cognición en las abejas. No fui a esta charla, pero sí tuve la oportunidad de escuchar a Mandyam Srinivasan, su ponente, en otra sobre si tenía o no importancia la investigación científica a luz de lo costosa que podía resultar. Y bueno, tres científicos por supuesto dijeron que sí la tenía y que quizá en este momento no era evidente la aplicación de muchos resultados de investigaciones pero que igual, las aplicaciones del láser solo fueron palpables casi 50 años después de su desarrollo y quién puede decir ahora que el láser no es útil? Mal de muchos, consuelo de tontos: fue curioso enterarme de que en Australia como en Colombia es difícil encontrar fondos para la investigación científica.
Fue MUY interesante. Qué más puedo decir. El festival se ha realizado cada dos años desde 1999. Es el resultado de la iniciativa de un grupo de académicos que decidieron reunir a algunas de las mentes más progresistas del mundo anglosajón. Luego, la idea fue recogida, patrocinada y potenciada por el Adelaide Festival Corporation, una entidad que cuenta con apoyo tanto público como privado, y ahora es un evento que solamente en 2007 convocó a 30.000 personas. Los temas abordados giraron principalmente en torno a política, economía, medio ambiente, ciencia y algo de filosofía y religión.
Para la muestra, un botón. La programación del viernes fue:
Australia remota: los límites de la capacidad del gobierno.
Conservatismo, ideología y revolución en la ciencia.
Diversidad en la ciudad: ¿cuáles son nuestros límites?
Construido para fallar: la era de la prosperidad Ponzi.
Sí, Ministro: la operación gubernamental al desnudo.
Orígenes de la vida y la evolución de la inteligencia.
¿Por qué David Hume rehusó llamarse ateo?
Furia en la autopista al cielo: rivalidad fraternal entre los hijos de un solo Dios.
Más allá de los límites: ley ambiental, y el rol del poder judicial y los ciudadanos.
Exotic abortifacients: la política de género en las plantas.
Abierta y cerrada: ¿cómo reconciliar las contradicciones en la psique australiana?
Capitalismo ambiental: ¿Puede funcionar?
La mente: ¿Mente sobre materia?
Codicia.
Mujeres musulmanas en la era pos 9/11
Diez números para que los gobiernos cambien.
Los límites de las ciudades.
Escoja su veneno.
Filosofía en las antípodas
¿A quién le importa? Los límites de la salud.
Todo esto en un solo día. La programación para el sábado y el domingo no fue menos variada.
Las críticas:
Uno: el punto de vista es esencialmente anglosajón. Aunque había invitados internacionales, todos ellos son provenientes de países anglosajones (Inglaterra, Estados Unidos), o que tuvieron influencia anglosajona (India, Malasia).
Dos: suele suceder que los pensadores procuran abarcar tanto en una idea, que se olvidan del hombre de a pie. En una de las últimas charlas del festival, esta sobre el rol del trabajo en una vida con significado, una mujer del público, de unos 45 años de edad, presentó su situación: desempleada, sin familia y sin casa propia. Su intervención fue, a mis ojos, casi una solicitud de ayuda. Se le veía tan sola y tan en necesidad. Los panelistas, un académico, un periodista y una ex senadora, básicamente, elucubraron sobre la idea de que para que una vida fuera significativa no era necesario que estuviera vinculada al trabajo. Que nuestra sociedad tiende a juzgar, evaluar, aceptar a las personas en términos de: ¿Y usted a qué se dedica? ¿Qué hace? ¿En qué trabaja? A lo cual, automáticamente, se contesta: yo SOY tal o tal. Y hasta allí quedó nuestra identidad. Lo que hasta cierto punto comparto. Sin embargo, creo que a una persona desempleada, sinceramente, no le importa si la definen así o asá: simplemente necesita un trabajo.
Tres: había un marcado perfil entre los asistentes. La mayoría (¿60 ó 70%) eran personas de alrededor 45 años o más, muchos de ellos ya pensionados o a punto de pensionarse. Un 20% eran estudiantes universitarios. Y una proporción mucho menor la componía lo que se podría llamar “trabajadores actuales”. Pienso que estas charlas ayudan a formar opinión y, en este sentido, darían excelentes elementos de análisis a quienes están en el campo laboral en este momento para tomar decisiones acertadas. Y había muy pocas de esas personas allí. Había, claro, pero muy muy pocas. Pareciera que se es intelectualmente inquieto durante los años de estudio y luego al final de la vida laboral. Tal vez la demanda diaria de trabajo y familia para este grupo etario no deja tiempo libre o espacio para actividades como esta.
Llegó el fin del evento. Por fortuna y siguiendo lo que he visto es una marcada tradición en esta cultura anglosajona de dejar registro de todo, varias entidades se encargaron de grabar TODAS las charlas y para beneficio del mundo entero muchas de ellas van a estar en Internet. Uno de los lugares es: http://www.radio.adelaide.edu.au/. Otro es la cadena de medios del Estado: Australian Broadcasting Corporation: http://www.abc.net.au/tv/fora/stories/2009/07/10/2622330.htm
Comentarios
Publicar un comentario