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BITÁCORA RIVERIANA (6) Biblioteca Vorágine

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  BITÁCORA RIVERIANA (6) Biblioteca Vorágine Isaías Peña Gutiérrez   Con este nombre, Biblioteca Vorágine , el Ministerio de Cultura, en cabeza del escritor Juan David Correa, y la Biblioteca Nacional de Colombia, con Adriana Martínez Villalba, lanzaron en el primer semestre del año una bellísima caja, muy bien diseñada e ilustrada, con diez títulos que celebran el primer centenario de la publicación de la primera edición de La Vorágine del huilense José Eustasio Rivera (en 2028 se celebrará el centenario de la quinta y definitiva edición de dicha novela). La bella caja, amarillo y verde, comienza, lógico, con la edición de La Vorágine , prologada por Juan Carlos Flórez, siguiendo el texto establecido por Hernán Lozano en 2018, que es la quint a de 1928, con el “Vocabulario” y los cuatro mapas que dispuso Rivera, dos al comienzo (croquis de Colombia y ruta de Arturo Cova) y dos al final (ruta de Barrera y Odisea de Clemente Silva). Esta edición sigue la cosmográfica de Margari

BITÁCORA RIVERIANA (5). José Eustasio Rivera y el Gobernador

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  BITÁCORA RIVERIANA (5) José Eustasio Rivera y el Gobernador Isaías Peña Gutiérrez José E. Rivera Dice la leyenda negra que las relaciones entre el establecimiento político en el Huila, donde Rivera había nacido, y José Eustasio no eran buenas y que por eso se fue del Huila. Sin embargo, no hay pruebas para afirmarlo, salvo los vetos religiosos y políticos, que suelen ser comunes en cualquier parte del mundo. Por el contrario, existen tres documentos que servirían para afirmar lo contrario. Rodrigo Villalba M. El primer gobernador del Huila, Rafael Puyo Perdomo (junio 15 de 1905-julio 19 de 1909), hombre amante de la cultura, tan pronto se posesionó, nombró por Decreto Núm. 2, de junio 16 de 1905, a José Eustasio en el cargo de portero-escribiente de la Gobernación. Al año siguiente, Puyo Perdomo, por Decreto Núm. 327, del 18 de septiembre de 1906, además, le concedió a José Eustasio Rivera un auxilio estudiantil de $30 oro, “por cuanto carece absolutamente de recursos para at

BITÁCORA RIVERIANA (4). Carlos Páramo, La Vorágine y José E. Rivera

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BITÁCORA RIVERIANA (4) Carlos G. Páramo, La Vorágine y Rivera Isaías Peña Gutiérrez   Carlos Páramo B. Conocí a Carlos Guillermo Páramo, si mal no recuerdo, aunque no personalmente, en 2009, cuando la Biblioteca Nacional publicó un pequeño libro de 96 páginas, titulado La vorágine , que fungía de catálogo de una exposición sobre Rivera y La Vorágine . Esa exposición iba de noviembre de 2009 a marzo de 2010. En ese cuaderno o catálogo, que, realmente, es un pequeño libro de Carlos Guillermo Páramo, así no aparezca su nombre en la portada, se dieron a conocer unas fotos inéditas (tomadas del Archivo Rivera de la Universidad de Caldas) de José Eustasio Rivera y otras muy poco conocidas. Carlos Betancur, curador de la exposición del 2009, dice en el prólogo de este pequeño e indispensable libro, que se trata de un “guion”, resultado de la investigación de Carlos Páramo y Roberto Franco. Lo llama guion, me imagino, porque son 96 páginas para un temario de 32 ítems. Y, en el fondo,

BITÁCORA RIVERIANA (3). La edición crítica de La Vorágine (3)

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  Edición crítica 1974 Luis Carlos Herrera, S. J. BITÁCORA RIVERIANA (3) La edición crítica de La Vorágine Isaías Peña Gutiérrez   Cuento una anécdota personal para pasar a las ediciones críticas de La Vorágine . Como había sido jurado internacional de cuento en el Premio Casa de las Américas de 1976, tuve la oportunidad de conocer en La Habana una serie de libros publicados bajo el rótulo de “Serie VALORACIÓN MÚLTIPLE”, que editaba, con las bellas portadas de Umberto Peña, Casa de las Américas. Lo curioso de aquellas ediciones, era que no acudían al calificativo de “críticas”. Eran “valoraciones múltiples”. Menos canon, más libertad. Y entre ellas había un volumen titulado Recopilación de textos sobre tres novelas ejemplares (1971). Eran 542 páginas dedicadas a La Vorágine , Don Segundo Sombra y Doña Bárbara . Sobre La Vorágine escribían Horacio Quiroga, Arturo Torres-Rioseco, Edmundo de Chasca, Antonio Curcio Altamar, Eduardo Neale-Silva, Leónidas Morales y Óscar Collaz

BITÁCORA RIVERIANA (2). EXPEDICIÓN AL CORAZÓN DE RIVERA

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  Rivera en Yavita, 1923 BITÁCORA RIVERIANA (2) Expedición al corazón de Rivera Isaías Peña Gutiérrez   Nació y murió en el camino, corriendo, haciendo cosas, algunas grandes y peligrosas. Así fue José Eustasio Rivera. Viajó a tantas partes que hoy, todavía, algunos niegan o se confunden con esos itinerarios. Ayer, no más, un escritor amigo me negaba que Rivera hubiera estado en Manaos, de paso, Amazonas abajo, para Belém do Pará. Por el contrario, otros afirman que navegó por el río Caquetá, sin que haya ningún testimonio. Aunque sí estuvo en Florencia. De sus infinitos viajes -nunca paró, repito-, algunos se convirtieron en expediciones. Porque no se puede calificar de otra manera su viaje, como secretario jurídico de la Comisión Demarcadora de Límites con Venezuela, entre septiembre de 1922 y octubre de 1923. Se pensó que sería un viaje corto, pero los incumplimientos de los gobiernos para con la comisión, más las durezas imprevistas en ríos y selvas, lo convirtió en la ex

BITÁCORA RIVERIANA (1). EDUARDO NEALE-SILVA

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  BITÁCORA RIVERIANA (1) Sobre Eduardo Neale-Silva   La historia literaria suele ser injusta e ingrata con los escritores que se dedican a preservar la memoria de otras personas. Nadie recuerda sus nombres y si pasaron por alguna universidad, el olvido los cobija, fácilmente. Lo he comprobado con Eduardo Neal-Silva, el único biógrafo, hasta ahora, de José Eustasio Rivera.         Guardo un par de cartas suyas, de cuando, hace un poco más de 35 años, quisimos (el Departamento del Huila) traerlo a Colombia para el primer centenario del nacimiento de José Eustasio Rivera (1888-1988), a quien él le dedicó varios lustros de investigación hasta publicar la extensa y única, repito, biografía, Horizonte humano. Vida de José Eustasio Rivera . Fue imposible que viniera porque ya no resistía la altura de Bogotá. La biografía sobre Rivera debía ser continuada, como lo dice Neale-Silva en la “Introducción”, pero no ha sido escuchado. En 19141 recibió el apoyo de una beca de la Fundación G

Fiesta del Libro de Villavicencio, 2023

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  Jaime Fernández Molano Entre los fenómenos culturales de los últimos cuarenta años, algo así, encontramos el crecimiento entusiasta de las llamadas ferias del libro, que algunos han bautizado de otras maneras, fiestas, encuentros, o palabras compuestas como Filvorágine, la que se realizará en la primera semana de noviembre en Neiva, un abreboca al centenario de la primera edición de la novela de José Eustasio Rivera, o como la Filvi23, la Fiesta del Libro de Villavicencio, que acaba de pasar entre el 26 de septiembre y el 1 de octubre de 2023, bajo la dirección del escritor y director de la Fundación Entreletras, Jaime Fernández Molano, poeta y narrador, gestor cultural del Meta y oriente llanero desde el siglo pasado. Con Pedro Badrán y Jaime Fernández, en Carpa Cultural de Los Fundadores     La nómina de escritores y artistas, varios cantautores internacionales, invitados al evento, que tuvo como sede al Parque Fundadores y otros recintos culturales de la inmensa ciudad que es hoy