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Mostrando entradas de marzo, 2009

Un poema de Charles Baudelaire (1821-1867)

La luna ofendida Oh Luna que adoraban nuestros discretos padres, Desde el país azul donde, harén rutilante, Van girando los astros con tocados pomposos, Mi vieja Cintia, lámpara de nuestros aposentos, ¿Miras a los amantes en sus ricos jergones Dormir, mostrando el fresco esmalte de sus bocas? ¿Al poeta inclinando la frente en su tarea, O, bajo el seco césped, acoplarse a las víboras? ¿De dominó amarillo y con pie clandestino Acudes, como antaño, del crepúsculo al alba A besar de Endimión la gracia envejecida? -“Veo a tu madre, hijo de un siglo empobrecido, Que ante el espejo muestra la usura de los años Y se adorna ese pecho que te nutrió, con gracia”. [Tomado de Las flores del mal , Bogotá, Editorial Oveja Negra, 1982, p. 122. Traducción de Antonio Martínez Sarrión].

Un mincuento de Gonzalo Arango

Regreso del dolor Aunque no la conozco ni la había visto nunca en mi vida, pienso que estará turbadapor otras razones ajenas a la muerte del tipo, muerte que sólo a mi me concierne. La gente se dispersa asqueada por los despojos triturados del muerto, y ese sol que pronto lo pudrirá. La mujer y yo quedamos junto al cadáver abandonado. -Haga algo por él, usted que puede –dice con una voz trémula. Esa voz me conmueve por la cantidad de amor y de dolor, como de nostalgias y de esperanzas rotas. -Soy el único que puede hacer algo por él –digo. Y agrego-: Yo traté de ayudarlo, pero fracasé. La mujer se aleja. En sus pasos descubro el cansancio y el peso de una desesperación superior a sus fuerzas, pero no puedo ayudarla. Sin más esperanzas recojo mi cadáver y me marcho con él. [Tomado de la Antología del cuento corto colombiano , de Guillermo Bustamante Zamudio y Harold Kremer, Bogotá, Universidad Pedagógica

Próximo lunes 30, La ceiba de la memoria

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"EL GRITO DE BENKOS Sí. Gritar. Mi grito perfora el aire. Llega a lo alto de las ceibas y rebota. Sacude las ramas de los flamboyanes. Reconoce los nísperos y husmea los mameyes. Mi grito funda. Mi grito invoca. Mi grito llama. Mi grito como como el canto del pájaro-colibrí marca su territorio. Sé que no hay vuelta. El mar sólo devuelve el cuerpo de los muertos. Los tesoros los esconde. Mi grito señala este lugar rodeado de ciénegas y sin caminos. Un lugar de nadie para todos donde encenderemos otra vez el fuego y venceremos el silencio". Este es el comienzo de la página 80 de la novela La ceiba de la memoria , seleccionado al azar. Sobre esta novela de 400 páginas, premio latinoamericano de novela por reconocimiento "José María Arguedas", de Casa de las Américas, llena de recursos literarios y abarcadora de varios siglos de historia del mundo, una obra de pesos pesados, hablaremos el próximo lunes 30 de marzo, en la Biblioteca de la Universidad Central (Cra. 5a. No

Andrés Neuman, Premio Alfaguara 2009

Hace unas semanas, el chileno Luis Sepúlveda (1949), autor de Un viejo que leía novelas de amor , ganó el Premio Primavera de Novela, alrededor de 250.000 dólares, que convocan Espasa Calpe y El Corte Inglés de España, con la obra La sombra de lo que fuimos , una novela que habla de los tiempos de Allende, Pinochet y el regreso de la democracia en Chile. La novela aún no ha salido. Ahora, el joven Andrés Neuman (Buenos Aires, 1977) ha ganado el Premio Alfaguara 2009, unos 170.000 dólares, con una novela clásica y postmoderna, al decir de los jurados, titulada El viajero del siglo . Neuman, residente en España desde hace muchos años, estuvo en Bogotá el año pasado como parte de los invitados al festejo de los escritores menores de 39 años (los otros dos argentinos fueron Pedro Mairal y Gonzalo Garcés). Fue conocido al filo del siglo por dos novelas, finalistas en el Premio Herralde y ya publicadas, Bariloche (1999) y Una vez Argentina (2003). Pero Neuman, de gran espíritu y ánimo fes

Un poema de Meira Delmar (1922-2009)

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El resplandor Nunca supe su nombre. Pudo ser el amor, un poco de alegría o simple- mente nada. Pero encendió de tal manera el día, que todavía dura su lumbre. Dura. Y quema. Del libro Reencuentro , 1981. [Tomado del libro Pasa el viento. Antología poética 1942-1998 , Bogotá, Instituto Caro y Cuervo, 2000, p. 153]. Meira Delmar (de nombre Olga Chams Eljach) nació en Barranquilla el 21 de abril de 1922 y murió allí mismo el 18 de marzo de 2009. Publicó casi una decena de libros de poesía a partir de 1941. Su voz lírica, siempre en trance de amor y de arrobamiento melancólico, fue reconocido en el continente. De ascendencia libanesa, estuvo vinculada a la cultura barranquillera toda su vida. La Biblioteca Pública Departamental del Atlántico lleva su nombre.

Un minicuento de James George Frazer

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Otro relato, recogido cerca de Oldenburg, en el Ducado de Holstein, trata de una dama que comía y bebía alegremente y tenía cuanto puede anhelar el corazón, y que deseó vivir para siempre. En los primeros cien años todo fue bien, pero después empezó a encogerse y arrugarse, hasta que no pudo andar, ni estar de pie, ni comer ni beber. Pero tampoco podía morir. Al principio la alimentaban como si fuera una niñita, pero llegó a ser tan diminuta que la metieron en una botella de vidrio y la colgaron en la iglesia. Todavía está ahí, en la iglesia de Santa María, en Lübeck. Es del tamaño de una rata, y una vez al año se mueve. James George Frazer, Balder the Beautiful , vol. I (1913) [Tomado de la Antología de la literatura fantástica , de Borges, Bioy y Silvina Ocampo, Bogotá, Editorial Sudamericana, 1994, p. 187]. James George Frazer (1854-1941), nació en Glasgow y murió en Cambridge. Unos lo colocan como inglés, y otros como escocés. Es el famoso autor de La rama dorada (1890), libro mad

Homenaje al poeta Rogelio Echavarría

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En 1995, cuando le pedí al poeta Rogelio Echavarría unos datos sobre su vida para incluirlos en una antología, él me entregó una hoja sencilla, escrita por cara y sello. En ella, para mi curiosidad, resaltaba su vida como periodista y apenas si citaba su actividad poética, a la que hoy se le rinde homenaje, a las 7 de la noche, en el Gimnasio Moderno, con la intervención de los escritores Gonzalo Mallarino Flórez y Federico Díaz-Granados, entre otros. Lo que digo adelante de Rogelio Echavarrría, en su homenaje, lo he tomado de aquella hoja escrita en una antigua Remington: Rogelio Echavarría nació en Santa Rosa de Osos, Antioquia, o como él lo escribió en la edición de El transeúnte , de la Universidad de Antioquia, 1994, “vio la luz el 27 de marzo de 1926 y esa misma noche vio la sombra”. A los 15 años se inauguró como periodista en el radioperiódico de la emisora Ecos de la Montaña, en Medellín. Pasó, de inmediato, al diario El Pueblo como corrector de pruebas, redactor internacion

Libros de Aristizábal, Montes y Anatael

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1. Poemas Caminos por la tierra , de Alonso Aristizábal Fuera una ópera prima si no fuera porque Alonso Aristizábal, mi compadre, es un consumado narrador y ensayista, gran maestro de literatura y de escrituras creativas. Pero es su primer libro de poesía. Allí recoge años de escondida poesía, con un título que quisimos ponerle, hace unos años, a un libro de crónicas sobre esos senderos que en la ciudad se desconocen –en todos sus infinitos sentidos-, los caminos. Acá ya no es el cuentista o novelista de los movimientos sociales en Colombia, ni el ensayista mesurado y brillante. Ahora, sus poemas con andadura de prosa, van y vienen por distintos caminos, desde la reflexión sobre la poesía, la escritura y el lenguaje, hasta los paneos por los paisajes de su tierra caldense. Resulta una voz muy particular de Alonso, cuando escribe poesía. No lo conocíamos. 2. Para qué recordar , novela de Roberto Montes Mathieu El reconocido autor de los años setentas, autor de libros de cuentos tan famo

Raúl Pérez Torres

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Tienen estos tiempos de intensos mercadeos, la desventaja de no dejarnos ver el paso del tiempo. Tal vez, por eso alguien dijo que la historia había desaparecido. El presente de las ventas apabulla la historia del hombre, tiende a desaparecerla. Pero, la historia está ahí, no es sino levantar un poco el velo mercadotecnista que la oculta. Pasa mucho esto en literatura. La noticia del libro nuevo eclipsa –pareciera, da esa sensación, y algunos lo creen- la historia literaria. Sucede con la reciente literatura de los años setentas y ochentas. Y un caso relevante es el del ecuatoriano Raúl Pérez Torres (foto), cuentista por excelencia. Tengo a la mano tres de sus últimos libros y lo recuerdo. Cuentos escogidos (1996), Siete historias (2004) y El tiempo, esa pluma. Textos y pretextos (2007). Raúl fue fundador de la agitada e innovadora revista literaria La bufanda del sol , de los años 70s., en Quito. Ha publicado una novela, Teoría del desencanto (1985), y libros de cuentos que dejaron

Un poema de Blanca Varela (1926-2009)

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Ternera acosada por tábanos podría describirla ¿tenía nariz ojos boca oídos? ¿tenía pies cabeza? ¿tenía extremidades? sólo recuerdo al animal más tierno llevando a cuestas como otra piel aquel halo de sucia luz voraces aladas sedientas bestezuelas infamantes ángeles zumbadores la perseguían era la tierra ajena y la carne de nadie tras la legaña me deslumbró el milagro mortecino la víspera el instinto la mirada el sol nonato ¿era una niña un animal una idea? ah señor qué horrible dolor en los ojos qué agua amarga en la boca de aquel intolerable mediodía en que más rápida más lenta más antigua y oscura que la muerte a mi lado coronada de moscas pasó la vida Blanca Varela nació en Lima el 10 de agosto de 1926. Estudió Letras y Educación en la Universidad de San Marcos (1943-47). Se casó con el pintor Fernando de Szyszlo. Perteneció a la llamada Generación del 50, en la que se destacaron poetas como Jorge Eduardo Eielson, Javier Sologuren, Sebastián Salazar Bondy, Washington Delgado, Carlo

Un cuento breve de Augusto Monterroso

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Fecundidad Hoy me siento bien, un Balzac, estoy terminando esta línea. Cuento breve, tomado del libro Movimiento perpetuo , de Augusto Monterroso (1921-2003). En 1981 tuve una entrevista con Tito Monterroso y luego nos cruzamos algunas cartas. Publiqué una ingeniosa (eso pretendí yo) entrevista con él en el "Magazín Dominical" de El Espectador . Y luego me sorprendió (una sorpresa muy grata y fiel a la bondad propia de él) con la inclusión de mi nombre en uno de sus libros. Esto para decir que antes de conocerlo, lo admiraba, y después de conocerlo ya no pude ser objetivo en mi admiración por su obra. Por eso, cito este cuento para decir que el minicuento puede tener humor sin ser un chiste, como se traduce de esta situación narrativa que él propone. El código del minicuento exige que el texto que se escribe como minicuento o minificción no sea un chiste, no sea un aforismo, no sea un poema, y no sea un cuento, como lo ha repetido Ana María Shua (no se quién lo habrá dicho po

Salman Rushdie vs. Vikas Swarup

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Veo a Salman Rushdie (foto, en el Hay Festival de Cartagena) avanzar por la mitad de la calle. Lleva un bolso de almacén en la mano derecha, algún souvenir que habrá comprado. Dos o tres hombres lo acompañan a cierta distancia. No mira en especial a nadie. Se cuida. Lo cuidan. Está cansado de eso desde cuando publicó, en 1988, su novela Los versos satánicos, y el Ayatola lo amenazó de muerte. Desde entonces sus relaciones han sido con las autoridades y con la prensa. Ese es mi primer Rushdie. Un escritor sin mayores pretenciones –hasta ese momento ha publicado apenas Hijos de la medianoche y otro par de libros que nadie ha visto-, pero obligado a ser tratado de manera especial por la amenaza que pesa sobre él, y que poco a poco lo ha convertido en un ícono de la prensa para hacerle defensa y propaganda a la libertad de expresión. Los lectores se han apresurado a leerlo gracias a la amenaza, y muchos no nos hemos sorprendido. Sin embargo, la amenaza no cesa. Y por eso la prensa sigue i

Entre Fitzgerald y Carpentier: Button

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La película, El curioso caso de Benjamin Button , ha sido muy controvertida. Pero tiene votos a favor y en contra. Es decir, no es mala. Sin embargo, lo curioso, nos parece, es de dónde arranca la película, de dónde sacaron el guión y ver si la inversión del tiempo en la vida de Benjamin Button es consistente. Miren que el hombre nace viejo y actúa como adulto. ¿Se puede "nacer" viejo y luego crecer sin pasar por las etapas del niño? Como sí sucede más tarde cuando llega a un punto de adultez y se regresa, se vuelve niño, física y mentalmente. Es probable que F. Scott Figtzgerald lo haya previsto -que la inversión no se puede hacer en doble vía-, sin que lo haya resuelto. En cambio, Alejo Carpentier, muchos años después –unos 30 años-, cuando escribió su cuento “Viaje a la semilla”, sí lo previó. Y por eso el regreso es en un solo sentido, sin contraviazo, y así es el cuento, del bello cuento. Recomiendo leer los dos cuentos, el citado de Carpentier, que se encuentra en el vo

Cuentistas ecuatorianos nuevos

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Dentro de la Campaña Nacional de Lectura y Escritura Eugenio Espejo, que va del 2002 al 2009, su director Iván Egüez incluyó este volumen dedicado a los cuentistas ecuatorianos de los últimos 25 años. Doy la lista completa para ver quiénes llegan a la final: Modesto Ponce, Vladimiro Rivas, Iván Oñate, David Ramírez, Williams Kastillo, Oswaldo Encalada, Ernesto Torres Terán, Galo Galarza, Patricio Viteri, Alfredo Noriega, Leonardo Valencia. Egüez dice que “Son todos los que están, pero también, los que no están. Esta es una primera nómina. El registro queda abierto, pero la obra en marcha de estos narradores estará siempre construyéndose en sus lectores”.

Un poema de Walt Whitman

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Creo en ti alma mía Creo en ti alma mía; pero el otro que soy no debe humillarse ante ti, y tú no debes humillarte ante él. Túmbate conmigo en la hierba, apaga tus discursos; no necesito palabras, músicas ni ritmos, ni costumbres, ni conferencias, aunque sean las mejores. Únicamente me gusta tu arrullo, el susurro y las confidencias de tu voz. Recuerdo una mañana límpida de estío: posabas la cabeza en mis rodillas, volviéndote dulcemente hacia mí, entreabriste mi camisa, hundiendo tu lengua pecho adentro, hasta el corazón. Te alargaste luego, y te adheriste a mí desde mi barba hasta los pies. Pronto se esparcieron sobre mí la paz y la sabiduría Que sobrepujan a todos los argumentos de la tierra. Y ahora se que la mano de Dios es la promesa de la mía. Y ahora se que el espíritu de Dios es hermano del mío, y que todos los hombres nacidos son también mis hermanos, y que todas las mujeres son mis hermanas y mis amantes, y que un solo germen de la Creación es amor, y que infinitas son las h

Un cuento breve de Jules Renard

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El sapo Nació en una piedra. Vive debajo. Y bajo ella cavará su tumba. Lo visito con frecuencia. Y cada vez que levanto su piedra tengo miedo de encontrarlo y miedo de que ya no esté. Está. Allí escondido en su yacija. Seca, limpia, estrecha y a su gusto. La ocupa plenamente, hinchado como una bolsa de avaro. Si la lluvia lo hace salir, viene y se coloca delante de mí. Unos cuantos saltos pesados. Luego se detiene sobre sus muslos y me mira con ojos enrojecidos. Si el mundo injusto lo trata como a leproso, yo no temo ponerme en cuclillas frente a él, y aproximo al suyo un rostro de hombre. ¡Para acariciarte, sapo, sólo me hace falta vencer el último escrúpulo asqueroso! Cosas peores hay que tragarse en la vida. Pero ayer me faltó el tacto. Sus verrugas habían estallado y el sapo fermentaba y sudaba. Le dije: -Pobre amigo, no quiero ofender. Sin embargo, ¡válgame Dios! Eres feo. Abrió con cálido aliento la boca pueril y desdentada, y me respondió con un ligero acento inglés: -¿Y tú? Cue

Rocinante en Quito

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“Mira, esto es lo que queremos mover ahora”, me dijo en Quito el escritor Raúl Pérez Torres. Y me pasó una revista de 84 páginas, a color, con formato de libro de bolsillo y muy bien diseñada. Rocinante , así se llama la revista, es un órgano masivo de la Campaña Nacional Eugenio Espejo por el Libro y la Lectura, que en Ecuador promueve el gobierno y la empresa privada desde hace algunos años. La campaña ha sido inmensa y ya tiene muchos libros circulando, puestos en las manos de los muchachos y el lector común. La preocupación ha sido lector y lectura, es decir, el sujeto y el objeto. Una relación que crece cada día más, aunque los medios sean diferentes. Rocinante, en su número 2, de diciembre, con una presentación muy ágil y enterada de la cultura de todo el mundo, viene con un informe sobre la literatura para niños y sus problemas; Santiago Páez y Le Clezio hablan de sus libros; Oscar Wilde figura como el clásico del día; Iván Egüez (1944) publica otra novela, Imago , dentro de la

La Agenda turística del Huila

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No es la esencialidad lo que nos hace particulares, desde el punto de vista cultural. Es la diversidad. Uno puede transigir por la diversidad; en cambio, pelear por la esencialidad, la particularidad, la especificidad, como si no fuéramos de la misma especie humana, nos puede llevar a los nacionalismo insanos, a las sociedades prototípicas y excluyentes, como lo quiso Hitler. Lo digo cada vez que me siento frente a un paisaje diverso. Y veo tanta variedad que se me llena el alma de la inmensa riqueza terrestre. Y es esa diversidad la que muchas veces no vemos por querer ser los únicos en cada punto de las coordenadas de nuestro universo. La geografía –una palabra que se regenera cada día-, de otra parte, ha ido sumando muchas más significaciones de las que tuvo. Ya no sólo es la tierra, sino la cultura del sujeto que la habita, lo que come y su preparación, lo que viste y su confección, lo que usa para ornamentar su vivienda, el arte y la artesanía que lo rodea. Esa geografía natural y

Un poema de José Manuel Arango

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Hay gentes que llegan pisando duro Hay gentes que llegan pisando duro que gritan y ordenan que se sienten en este mundo como en su casa Gentes que todo lo consideran suyo que quiebran y arrancan que ni siquiera agradecen el aire Y no les duele un hueso no dudan ni sienten un temor van erguidos y hasta se tutean con la muerte Yo no sé francamente cómo hacen cómo no entienden Este poema de José Manuel Arango, tomado de Poemas reunidos , donde aparecen todos sus libros publicados hasta 1997, editado por Norma en Bogotá, puede no ser el más representativo de su poética, pero tiene la ventaja de fusionar su delicadeza frente al mundo, que recogía en sus visiones del paisaje y de los sentires y sensibilidades humanas, con sus reclamos frente a la violencia de su entorno antioqueño. Grande poeta que fue, y tan perdido que ni siquiera sus amigos y antologistas –Gustavo Zuluaga, Juan José Hoys, Guillermo Baena-, en esta edición, le colocaron sus datos biográficos. José Manuel Arango nació en Ca