Prensa, premios y Horacio
Horacio Benavides, Premio de Poesía |
De las tantas miserias que nos rodean
en Colombia, una, ya crónica, es la ausencia o deficiencia del periodismo cultural. El Tiempo es, por ejemplo, desdeñoso y
caprichoso, aunque haya mejorado mucho en lo teatral. De lo contrario, puedo
generalizar, en Colombia no existen criterios profesionales para manejar el
hecho y, sobre todo, la noticia cultural. Si lo que caracteriza a la noticia,
es su inmediatez, para nosotros, la chiva no existe en el área cultural. Esa
noticia en Colombia puede esperar una eternidad, o nunca llegar. Una
información cultural, de interés nacional o regional, que en otro país sería
noticia del día, entre nosotros puede depender de la prioridad que tengan todas
las demás noticias. En el fondo, podemos vivir sin información cultural (según
nuestra prensa). Y pueden tener razón: no pasa nada (en apariencia). Esto
sucede, de manera evidente y escandalosa –para citar un solo caso-, con los
premios (nacionales, internacionales o locales). En España o Argentina, México
o Venezuela, la noticia de un fallo literario, al día o al siguiente, es
noticia, porque se supone que interesa al suscriptor del medio (lo ha pagado),
o debe informársele al público (tiene ese derecho). Eso es parte de su
patrimonio. Pero en Colombia no. Y hoy, con las redes, este hecho ha comenzado
a producir efectos contraproducentes. El ejemplo que quiero citar es el del
premio otorgado a finales de julio (supongo, porque la noticia no la he visto
en la prensa, sino en las diatribas y elogios intercambiados por internet,
entre defensores y opositores), por el Ministerio de Cultura, a un libro del
poeta caucano Horacio Benavides. Son varios los premios (no muchos, por cierto,
aunque algunos consideran que son demasiados: también, en eso, somos
miserables) que se conceden en Colombia y que jamás la prensa informa sobre sus
convocatorias y sus fallos. ¿Quién es el poeta Horacio Benavides, cuyos méritos
–es un fatal argumento, usual en Colombia- devienen de ser un hombre humilde o,
aparentemente, oculto? ¿Con qué libro se ganó el jugoso premio que pagamos los
contribuyentes? ¿Por qué, antes de que el poeta Harold Alvarado Tenorio,
nuestro “Matraca” del siglo pasado, lanza en ristre, muerto de la risa,
malévolamente, nos abrume con otro panfleto-ficción, no decirle a la gente, en El Tiempo y en todos los medios, este es
el fallo, estos son los jurados, este es el libro, miren sus poemas, esto dicen
los críticos? Pero que se diga el día del fallo, no al año siguiente, o nunca,
cuando ya otros hayan despachado a Horacio como benefactor de favores o
prejuicios, y otros hayan terminado con Harold como un hp. También, la
violencia comenzó por ahí.
(Publicado en Diario del Huila, Neiva, 10 de agosto, 2013)
Coincidimos con mi artículo de LITERATURA Y MISTELA respecto de la carencia de medios para la cultura. Por eso reproduzco ahora el link respectivo:http://literaturaymistela.blogspot.com/
ResponderEliminarPEGUESE LA RODADITA A LAS PAGINAS DE UN LIBRO.
http://literaturaymistela.blogspot.com/2013/08/peguese-la-rodadita-las-paginas-de-un.html
ResponderEliminarEs una lástima que en nuestra patria no hay manera de abrirse camino en la cultura, nos toca luchar contra viento y marea para poder mostrar nuestras ocurrencias.
ResponderEliminarUn abrazo, Don Isaías, encantado de conocerlo aunque sea virtualmente.
Rafael H. Lizarazo.
Cool!
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