Un cuento de Alexander Castillo

CUENTO Las monedas de la traición Alexander Castillo Morales* Las monedas con las que el Justo fue perdido tienen un valor esquivo y dañino. La mayoría cree que el valor maldito de las monedas se deriva de haber vendido al Mesías, cuando en realidad sirvieron para perder al hijo del hombre de una forma más elaborada y efectiva. Además sirvieron para que un hombre que flaqueó como muchos otros fuese condenado a ser el chivo expiatorio. En la picota de la historia sigue el ambicioso Judas, ficha de un ajedrez tan traicionero como él mismo. En general, no se conoce la tensión de fuerzas oscuras de uno y otro bando que se conjugaron para acabar con su humanidad tan débil como la del que lo negó. ¡Qué equivocados han estado! A él le dieron las monedas por un servicio más hondo y menos pueril que el de un simple delator, cargo del que lo acusa la historia. En realidad una sola moneda pagó su misión. Las otras fueron una discreta compañía para minar el remordimiento del miserable. En...