Un lejano Guillermo Bustamante

Ahora sí que está lejos Guillermo Bustamante. Se fue el 14 de marzo de 2010, no se si como lo dice Alfonso Carvajal: "amaneció dormido para siempre en una banca del parque Santander" ["Lecturas", El Tiempo , Bogotá, 30 de mayo de 2010, p. 22], o como me dijo Fernando Iriarte: "apareció botado en una acera de lo que queda de El Cartucho", en el centro de Bogotá, cerca de la Casa de Nariño, la de los presidentes de Colombia. El hecho es que, como lo dice por segunda vez Alfonso Carvajal -a quien le debemos gratitud por rescatar la noticia de la muerte de Guillermo-, él se fue, del todo, el 14 de marzo. Alguna vez se escribirá la historia de su juventud, cercana al Nadaismo, en Puerto Berrío (nunca perdió el acento paisa), de su paso por las oficinas del Dane, de su vida de padre solícito (es cuando lo conozco en el Barrio Castilla, donde vivía Polito Varón, el papá de Germán, el político Radical), de sus primeros premios en poesía, de la publicación de su pr...