Adelaida Fernández y Nelson Romero, premiados

Nelson Romero Guzmán
(Foto: Milcíades Arévalo)
Un jurado integrado por los escritores Ignacio Echevarría (España), Nona Fernández (Chile), Luis Negrón (Puerto Rico), Carol Zardetto (Guatemala) y Hugo Luis Sánchez (Cuba), decidió por unanimidad darle, entre 184 novelas recibidas para la edición 56 del Premio Literario Casa de las Américas, el primer premio a la obra La hoguera lame mi piel con cariño de perro, de la colombiana Adelaida Fernández Ochoa.
Y otro jurado, integrado por los escritores Piedad Bonnett (Colombia), Manuel Orestes Nieto (Panamá), Tony Raful (República Dominicana), Ariel Silva Colomer (Uruguay) y Alex Fleites (Cuba), entre 235 libros de poesía, también por unanimidad, decidió otorgarle el Premio Literario Casa de la Américas a la obra Bajo el brillo de la Luna, de otro colombiano, el tolimense Nelson Romero Guzmán.
De este último, dice el acta del jurado: “Por la ingeniosa sucesión de los recursos verbales que fluyen con asombrosa riqueza de imágenes, así como los soportes estructurados de una angustia vital, que hace de los autorretratos y de otras obras plásticas de artistas, un contrapunto de confesiones fantasmales y oscuras que logran abordar con éxito el cálido escenario de sus nostalgias en una consumación ontológica de sí mismo bajo el absoluto brillo de la luna”.
 Nelson Romero Guzmán, de Ataco, Tolima, nació en 1962. Es licenciado y magister en literatura. Desde la década del 90 viene recibiendo reconocimientos locales y nacionales por sus libros de poesía. Ahora salta al campo internacional. Algunos de sus libros publicados: Días sonámbulos (1988), Surgidos de la luz (2000), La quinta del sordo (2006), Obras de mampostería (2007), Música lenta (2014). Vincent van Gogh, Goya y, ahora, Edvard Munch en Bajo el brillo de la Luna, son los pintores de referencia que ha “traducido” o convertido a su poesía, en esta trilogía que cierra con broche de oro. Trilogía que une pintura y poesía y que, me imagino, valdría editar en un solo volumen: Surgidos de la luz, La quinta del sordo y Bajo el brillo de la Luna.
Nelson Romero trabaja con la Universidad del Tolima y dirige el Taller de Escritores de la Biblioteca Darío Echandía, en Ibagué.
Adelaida Fernández Ochoa
Adelaida Fernández Ochoa, la ganadora en novela del Casa de las Américas 2015, es vallecaucana, estudió lenguas en la Universidad del Valle, hizo una especialización en la Universidad del Quindío, es magister en literatura de la Universidad Tecnológica de Pereira, y profesora de la Universidad del Quindío, en Armenia. Había publicado la novela Que me busquen en el río, basada en las masacres del municipio de Trujillo, Valle.
La hoguera lame mi piel con cariño de perro cuenta la historia de una esclava citada en la novela de Jorge Isaacs. “Para el posgrado yo escribí sobre la presencia de la mujer negra en la novela colombiana, para lo que me basé en las del siglo XIX, como María, que es una obra icónica, pero también en algunas más contemporáneas y de ese trabajo surgió la idea de ponerme a escribir el libro premiado”, contó la escritora a La Crónica del Quindío, de Armenia, la semana pasada, cuando supo del Premio. Esta novela, por lo visto, empata con un personaje, la nana Nay de María, para ir en la búsqueda de las raíces africanas nuestras y siempre bajo el tema de libertad/esclavismo (como en La ceiba de la memoria, de Roberto Burgos Cantor, obra entre las preferidas de Adelaida Fernández).

Dos títulos para leer tan pronto sean editados: La hoguera lame mi piel con cariño de perro y Bajo el brillo de la Luna, del Premio Casa de las Américas, 2015, de La Habana, Cuba.

Comentarios

  1. El profesor Nelson Romero es un gran humanista. Un escritor de esos, que se lee desde la entraña por la dolencias de sus versos.Compañero del profesor Carlos Gamboa Bobadilla quien escribió el cuento:"Dile a Julio que la guerra terminó".
    Finalista -ganador del Concurso del cuento RCN 2014.
    Una poesía de Nelson Romero:
    Los descalzos
    A mis pies les duele la tierra.
    Los descalzos se hieren,
    Pero doblan fácil la hierba
    Que les cae del cielo.
    Los descalzos tienen comezones
    De piedra, y ansían
    Caminar tranquilos sobre las aguas,
    Imitar el milagro calzados con piel de océano.
    Rompen la noche al andar.
    La piedra les sube a los labios
    Y no avanzan, dicen, maldicen la tierra
    Que los sangra.
    Ellos quisieron levitar
    Sobre la tierra que los quema.

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