¿Y por qué no publican los cuentos?

A propósito del concurso de cuentos de RCN-Ministerio de Educación Nacional y otros, donde se hizo una inversión tan grande, oficial y privada, la pregunta obvia es, ¿y por qué la prensa no publica los cuentos ganadores?
Son 30 cuentos ganadores. ¿Por qué no escoger uno de cada categoría y publicarlos un domingo, como separata o como parte de la responsabilidad del medio escrito? Como mínimo, deberían publicarse uno o tres cuentos de la categoría superior, la universitaria, porque eso nos serviría para evaluar el concurso y para saber qué están escribiendo los jóvenes que llegaron a la educación superior.
La prensa escrita de otros países lo hace. En Colombia, nuestros periódicos, digo, sus directores, decidieron un día que la literatura de creación ya no atraía al lector, que los cuentos y los poemas no venden, o que ya no vale la pena publicarlos. Y los escritores, jóvenes y viejos, se acomodaron dócilmente a esa determianción. Tal vez, fui el último en hacerle las antologías de cuentos ganadores cada año en Colombia a Jorge Restrepo en El Tiempo, para que "Lecturas Dominicales" los publicara en un solo paquete. Tenía uno que esperarse un año para leer los cuentos ganadores, pero, bueno, se leían como regalo de Navidad. Y la gente los coleccionaba. Pero, de pronto, en los años noventas, un día llegó la orden de no hacerlo. Y perdimos todos, sobre todos los lectores y la cultura del país. Ese impulso que los periódicos le dieron al Nobel García Márquez, o a los distintos movimientos literarios colombianos del siglo XX, hasta la década del 70 -que nacieron de los suplementos dominicales-, que no tenía intereses económicos -como sucede hoy con las editoriales-, al desaparecer, nos ha sumergido en un limbo tenebroso y peligroso.
Por eso, digo que, aunque los cuentos se publicarán en formato de libro, nunca alcanzarán a tener la dimensión de la publicación en un medio periodístico impreso. Como se sigue haciendo en otros países.

Comentarios

  1. Extraño el Magazín Dominical del Espectador. Hace un par de años apenas, boté casi toda mi colección que guardaba desde que tenía como catorce años hasta que se acabó, eran varias cajas que estaban guardadas en el sótano de mis papás. Me quedé apenas con una pequeña colección de mis favoritos. Traigo esta historia a colación porque hace mucha falta una revista como esa, que le de espacio al cuento, a la poesía, al ensayo. ¿Qué no vende? Lo dudo. Creo que los editores y directores de periódicos subestiman a sus lectores.

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  2. Isaías: dale una mirada a esta entrada del Cuaderno donde hay un texto de Conrado Zuluaga sobre el tema y que fue publicado en el último número de Odradek:
    http://elcuadernodesamuel.blogspot.com/2009/01/el-cuento-y-los-editores.html

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  3. has debido empastar la colección y guardarla para, dentro de unos años, demostrarle a la gente incrédula que hubo otra época en que creíamos en el cuento y la poesía

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  4. Totalmente de acuerdo con la reflexión que recoge en su último párrafo. Isabel

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